Estás atónito.
Hace apenas unos segundos decidiste hacer “algo”,pero ahora, estás totalmente desorientado:
¿A qué narices vine yo aquí? ¿Qué era lo que iba a hacer?
“El efecto de puerta es un evento psicológico conocido, en el que la memoria a corto plazo de una persona disminuye al pasar por una puerta moviéndose de un lugar a otro cuando no lo haría si hubiera permanecido en el mismo lugar”
Gabriel Radvansky, psicólogo, fue en 2006 el primero en intentar explicar este fenómeno. Contó con la colaboración David Copeland, de quién había sido director de Master en 2000 y de Doctorado en 2003.
Fue él quién además llevó a cabo el primer estudio experimental en 2011, que posteriormente en 2016 fue replicado en Illinois por Zachary Lawrence
La explicación que encontró se fundamenta en cómo funciona nuestra memoria, cosa esperable, ya que era su campo de investigación: memoria y aprendizaje.
El psicólogo Tom Stafford sintetiza muy bien las conclusiones que se extraen del estudio experimental:
“El efecto umbral ocurre cuando nuestra atención se mueve entre niveles, y refleja la dependencia de nuestros recuerdos con el ambiente en el que estamos; incluso los recuerdos de lo que estábamos a punto de hacer. Cuando te mudas de una habitación a otra, tu pensamiento original se pierde en el espacio.”
No un cuestión de magia, obviamente. La explicación se basa en una manifiesta falta de atención:
Es un problema de trabajar en modo “piloto automático”
Para entenderlo:
(1) un objeto, o algo que echamos en falta, o una sensación hacen de disparador de una acción, pero no la procesamos
(2) pasamos a la acción, pero seguimos en modo multitarea .
(3) Al no hacer procesado de ese input, éste queda asociado, anclado al objeto o la sensación que lo provocó,
(4) de tal manera en cuanto desaparece esos detonantes (cuando atravesamos el umbral o puerta) , se esfuma también el pensamiento.
Si cambias de contexto, el recuerdo se desvanece.
Es inevitable.
No suele ser cuestión de vida o muerte, pero se queda uno/una con gran intranquilidad, gasta mucha energía intentando inútilmente recordar, y a veces te llega a bloquear.
Una solución consiste en recrear la situación o volver al escenario en cuestión para encontrar de nuevo el desencadenante.
¿qué estaba yo haciendo?
… y con frecuencia funciona.
La memoria es a veces tan fugaz, que tampoco es mala práctica apuntarlo todo