Quien dice cinco, dice diez o siete… dejémoslo en “diferencias entre hábitos y rutinas”.
Irán, como era de esperar, in orden ni concierto.
Aunque coloquialmente son términos intercambiables, en realidad se refieren a cosas diferentes.
Un hábito es una acción o comportamiento que se realiza regularmente y de manera automática (inconsciente), sin necesidad de pensar.
Se afianzan por repetición.
Un hábito es un comportamiento APRENDIDO, que a fuerza de repetir llegamos a interiorizar y realizamos de forma automática, sin necesidad de pensar.
Se convierte por tanto en una respuesta automática, casi parecería una conducta refleja, pero es una conducta APRENDIDA, no es innata, no nacemos con hábitos creados, con NINGUNO.
Una rutina, por otro lado, es una secuencia de acciones que se realizan en un orden específico y con una frecuencia determinada: se realizan de forma regular y periódica.
Se construyen de manera consciente y ordenada, aunque también pueden llegar a automatizarse; pero se hacen con una finalidad
Alcanzar una meta requiere esfuerzo, incluso aunque sea mediante algo que se hace con regularidad (como deporte o lectura). «Si un comportamiento requiere de esfuerzo, entonces no puede ser un hábito propiamente dicho. Tenemos que dejar de decirle a la gente que todo puede convertirse en un hábito, porque no es así».
Los hábitos forman una rutina.
La rutina está formada por una serie de hábitos.
Los hábitos serían las piezas con las que se construyen las rutinas.
El hábito de planificar la jornada podría formar parte de la rutina matinal con la que buscamos “empezar bien el día”.
El hábito de leer un rato por la noche podría formar parte de nuestra rutina al acostarnos con la que buscamos “conciliar mejor el sueño»
Se pueden tener rutinas para momentos del día (al levantarse, antes de acostarse…), para realizar actividades (para estudiar, para escribir, para salir a correr…), para acontecimientos (aniversarios, fiestas…), para estados de ánimo (cuando me siento triste,…), rutinas alimenticias (todos los jueves…)
Tenemos (o podemos tener) rutinas para momentos del día (al levantarse, antes de acostarse…), para acontecimientos (aniversarios, fiestas, celebraciones…), para estados de ánimo (cuando me siento triste,…)
La rutina puede incluir acciones propias a realizar y también cosas del entorno que preparar.
Las rutinas son realizadas de forma consciente y requieren atención.
Los hábitos responden al contexto. Al ser automáticos responden a las señales (estímulo) del entorno.
Las rutinas son más rígidas. Son más similares a los rituales en este sentido.
Las rutinas tienden a ser largas y detalladas que los hábitos.
Así pues, aunque hábito y rutina se refieren a comportamientos repetitivos y los utilicemos como sinónimos, no lo son.
No.